Las tics después de la generación de los millennial (Y)
En 1989 el físico Tim Berners-Lee dio a conocer la propuesta que concibió la red informática World Wide Web (Web), para que a través de la red internacional de comunicaciones (Internet) que enlaza computadoras que almacenan documentos en textos, imágenes y archivos de audio o vídeo, pudieran accederse desde cualquier sitio del mundo. El 6 de agosto de 19911 se adopta como la fecha de inicio de el proyecto hecho realidad: la Web ya era un servicio públicamente disponible para a través del acceso a Internet.
La conmoción que produjo la Web en la educación escolar, sería mayor que la ocasionada por la invención de la imprenta. La sociedad se dividió en dos grupos: a) Los nacidos a después de 1982 que cuando llegaron a la escuela obligatoria utilizaban el Internet con total naturalidad (cómo si siempre hubiera existido), a los cuales se les decía “nativos” de las redes, y los que quedaron en estado de fascinación, con evidentes dificultades para entender la nueva tecnología y, por lo tanto, para incorporala.
La tierra era un planeta en donde había escasez de la información, concentrada ya sea en las bibliotecas o en la cabeza de los profesores, cuando llegó el diluvio de información. Lo que antes fue un esfuerzo por obtenerla, ahora requería construir refugios para protegerse de ella, porque era excesiva, espuria, sesgada, fragmentada y valiosa al mismo tiempo. La escuela no podría poner el énfasis en los datos, las fechas, los hechos o los algoritmos matemáticos; había que enseñar, ahora, a seleccionarlos, organizarlos, aplicarlos, expresarlos, o cualquier otro valor agregado a lo que estaba ahí, a un “teclaso” de distancia.
Sin embargo, los deslumbrados no reaccionaron a estos cambios con la rapidez esperada y esperaron a que los “nativos” de las redes crecieran y formaron la generación millennial que participaba ya en la educación. De la interacción de las dos generaciones surgieron los cursos en línea que aprovechaban la Web para hacer casi lo mismo que se venía haciendo; es decir, se utilizó la nueva tecnología para resolver problemas educativos que habían quedado obsoletos. Surgió el mito de la innovación que actualmente ha llegado a su fin por falta de frescura.
Es necesario replantear el fenómeno de la Web sobre los fines de la escuela, y desterrar los métodos tradicionales y prácticas autoritaria que se disfrazaron de modernidad, y encontrar nuevas formas de utilizar la Internet como medio para los nuevos fines.